Friday, January 22, 2010

Si una palabra mía bastara para sanarte...

No puedo no publicar lo que viene a continuación...
No es mío, tiene dueña de fina pluma, pero lo hago tal por ser lo que expresa fielmente lo que siento por aquellos a quienes quiero...
Lo comparto sin permiso de su dueña que lo hizo mío al regalármelo...
Lo comparto porque, además de bello, pueda ser bálsamo para otros, como lo es para mí...

"Hoy escribo para ti...

Quisiera arroparte con mi palabra. Desplazarte del lugar en el que estás, como si en un click y arrastro pudiera sacarte de allí, borrar todos los detalles del escenario que te rodea y cambiarlo por un campo de flores, una duna, una cascada o un vergel ...

Te rememoro para así sustituir tu dolor, doblegarlo bajo mi pie, aplastarlo como a incómodo insecto, hacerlo desaparecer. Ojalá pudiera.

Inquieta ante tu ausencia, incómoda, te envío alas, puentes de plata para escapar del enemigo, el que te embiste y te abate, el que no te da tregua, el que quiere secarte. Pero no sabe que tu almacén de vida es inmenso, que te alimentas de mareas y de soles, que sabes precipitarte por las laderas sin desollarte las piernas, que te impulsas cuando caes, que estás acostumbrado a vencer tormentas, a lidiar batallas con dragones de carne y hueso de los que apuntan al corazón, a sobrepasar los límites de la ira, a buscar la belleza tras la nube gris.

Y si tuviera don de lenguas buscaría las letras donde se acumula la fuerza con que la naturaleza sobrepasa cada primavera la estación anterior, la energía que hace brillar a las estrellas más allá del sol, el rincón donde los niños fabrican sus sonrisas y con ellas compondría algo para ti, una salmodia que te acunara con acompañamiento de guitarra, un lied prosaico o una morna...

Si una palabra mía bastara para sanarte..." (Hierba oliendo a carne, 22/01/10)

Sunday, January 10, 2010

Un año que comienza...

Accidentado, pero ya ha nacido.
Hace frío, mucho frío, fuera... Nieve, temperaturas bajo cero, ola de frío polar...
En el hospital estaba Sergio, mexicano... Compartimos habitación. Nos hicimos amigos... Un hombre que se lo ha jugado todo por seguir con vida... Toda una lección de amor a la vida y de arrojo por mantenerla... ¡Y cómo quiere a su familia!
En el hospital estaban cuidándonos Marisol, Iñaki, Carmen, Pedro, Jon Ander, Loli, Bárbara... y tantos y tantas a quienes ni siquiera pude preguntar sus nombres... A esta gente maravillosa: ¡Gracias!
Allí hacía calor. Calor que entraba muy dentro... Y no hablo de calefacción... Se estaba bien y hasta me dio pena marcharme...
Ya estoy en casa... Frío, mucho frío... Nieve, temperaturas bajo cero, ola de frío polar...
¡Feliz 2010!