Polvo eres... polvo seré...

Se quedó entre mis dedos...
Se adhirió a la palma de mi mano, se fundió en su dorso...
Hizo su viaje postrero en brazos del amor de sus últimos quince años.
Junto a su hermana, su cuñado y su sobrino comparten un rincón del entorno sereno y bucólico que rodea a Santa María de Cuevas, en la Viana que los vió nacer. "Muy noble, muy ilustre y muy leal ciudad de Viana", le gustaba decir.
Cuando espolvoreamos su historia, sus historias, junto a la ermita, él quiso darme un último apretón de manos.

Se quedó entre mis dedos...

Viana, 24 de mayo de 2008.

Silencio...

Silencio es lo que necesito, lo que busco sin descanso...
Silencio dentro, silencio fuera, silencio...
Silencio envolvente, silencio consolador, silencio reparador... Silencio...
Silencio para escuchar, para ver de nuevo, para recordar...
Para volver a ser, para revivir, para no morir...

Isaías Carrasco

Kaixo, laguna (Hi, friend. Hola, amigo)...

Me siento muy próximo a tí. Tengo hijos de las mismas edades que los tuyos...
También creo, como tú, en la democracia, en los derechos fundamentales de las personas, en la integridad de las personas...

Aunque discrepemos políticamente, quiero que sepas que habría estado dispuesto a ponerme en tu lugar... A dar mi vida por la Verdad, por el Amor... A dar mi vida por tí...

¡Qué fácil es decir esto estando vivo!

Isaías, que tu muerte no sea en vano...
¡Que no haya más muertes!

En el Divino Amor,
Juan Carlos

¿Cómo decir que no a un ángel?

Recuerdo de niño querer seguir tu estela, anhelar tu presencia, esperar tu aprobación...
Recuerdo de adolescente haber esperado y esperado...
De pronto, como los magos magistrales, desapareciste, desapareciste... Para reaparecer mucho, demasiado, tiempo después, cuando me había acostumbrado a tu ausencia...
Tiempo antes de la prestidigitación, un ángel, antes de volar al infinito, me pidió que cuidara de tí...
¡No fue fácil recomenzar! ¡No fue fácil olvidar!
Aprendí a obedecer a los ángeles...